Mensajes como «matar de hambre es un crimen de guerra» o «todos somos responsables, se está haciendo en nuestro nombre» estaban escritos en las pancartas de los presentes, quienes también llevaron costales de harina, en referencia a los camiones de ayuda humanitaria donde varios civiles gazatíes han muerto a manos de soldados israelíes, según denuncias de organismos internacionales.
Uri Weltmann, uno de los organizadores de la protesta, señaló que uno de los objetivos principales era unir tanto a los judíos como a los palestinos radicados en Israel para luchar «contra la política de inanición de nuestro gobierno».
«Hay una mayoría dentro de la sociedad israelí, tanto ciudadanos palestinos de Israel como judíos, que se oponen firmemente a lo que está ocurriendo ahora mismo en Gaza», declaró la activista Shahd Bishara.
El Estado israelí ha sido objeto de críticas desde mayo luego de que decidiera cambiar la forma en la que se distribuye la ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, argumentando que quería evitar que cayera en manos del grupo terrorista Hamás.
Desde entonces, voceros del gobierno palestino y organizaciones no gubernamentales han denunciado que más de 800 civiles han muerto en tiroteos originados por las fuerzas armadas israelíes o por desnutrición, en su mayoría niños.
Esto ha recrudecido aún más la situación en el territorio, envuelto en una guerra desde octubre de 2023 cuando miembros de Hamás atacaron a civiles israelíes en la frontera durante un concierto.
Imagen e información cortesía de la BBC.