Siete niños murieron y al menos 21 resultaron heridos este viernes, 25 de julio, tras el derrumbe del techo de una escuela secundaria gubernamental en la aldea de Piplod, distrito de Jhalawar, en el estado de Rajastán, India.
El colapso se produjo poco después de que los estudiantes llegaran al plantel y se prepararan para iniciar la jornada escolar, en el lugar se encontraban 35 alumnos, de los cuales las víctimas mortales pertenecían a los grados séptimo y octavo.
Los heridos fueron trasladados a dos centros de salud cercanos, mientras padres, docentes y vecinos colaboraban desesperadamente en las labores de rescate.
Aún se desconoce la causa del accidente, por lo que las autoridades han iniciado una investigación exhaustiva para determinar que provocó el derrumbe del techo.
Se conoció que recientemente se solicitó un listado de infraestructuras escolares deterioradas en el distrito, en la que esta no se encontraba en la lista, por lo que se suponía que no representaba ningún riesgo, informó el funcionario Ajay Singh.
Por su parte, el primer ministro Narendra Modi, lamentó el hecho a través de sus redes sociales, calificándolo de «trágico» y expresando su solidaridad con las familias afectadas.
Este tipo de tragedias es común en India debido al deterioro de las infraestructuras escolares, la corrupción y el incumplimiento de las normas de seguridad en el sector de la construcción.