Las intensas lluvias e inundaciones repentinas causaron estragos el jueves, 31 de julio, en el Atlántico Medio y Noreste de Estados Unidos, provocando la muerte de un niño en Maryland.
El menor falleció tras ser arrastrado por la corriente de una inundación repentina hasta una tubería de drenaje mientras jugaba, según reportó CNN.
Las fuertes tormentas, que se extendieron hasta la noche del jueves, generaron alertas de inundaciones en Pensilvania, Nueva Jersey, Maryland y Virginia, dejando carreteras anegadas y vehículos varados.
En Nueva York, las precipitaciones paralizaron el tráfico en Queens, y videos mostraron autos y camiones inmovilizados por el agua.
Incluso la terminal Grand Central de Manhattan se vio afectada, con un tren empapado por la lluvia, lo que resalta la magnitud del impacto en la infraestructura y la vida cotidiana.
