La última semana de agosto estuvo marcada por un importante descubrimiento en las playas de São Paulo, Brasil. El Instituto de Investigaciones de Cananéia (Ipec) informó que, entre el 15 y el 21 de este mes, se hallaron 739 pingüinos de Magallanes muertos en las playas de Cananéia, Iguape e Ilha Comprida.
Las aves marinas, que se encontraban en un avanzado estado de descomposición, fueron detectados durante las actividades de monitoreo del Proyecto de Playas de la Cuenca de Santos.
El instituto calificó este evento como un «encallamiento masivo y sorpresivo» y ha comenzado investigaciones para identificar las causas de la muerte de esta especie.
Las primeras evaluaciones realizadas señalan diversas posibilidades, tales como la falta de alimento, accidentes con redes de pesca abandonadas, contaminación en el mar y las dificultades relacionadas con la larga migración que los pingüinos realizan cada año. No obstante, aún se desconoce la causa exacta del fallecimiento masivo de estos pingüinos.
De acuerdo con medios internacionales, los pingüinos de Magallanes viajan miles de kilómetros durante el invierno, iniciando su viaje en la Patagonia argentina, pasando por Uruguay y llegando hasta el sureste de Brasil en busca de aguas más cálidas.
Este recorrido los expone a múltiples riesgos, que, combinados con factores humanos, pueden aumentar su vulnerabilidad.
El Ipec destacó que, dada su dimensión, este hecho representa una llamada de atención sobre las amenazas que enfrenta la fauna marina. Asimismo, subrayó la importancia de fortalecer los protocolos de protección en una de las regiones más diversas en términos de biodiversidad en Brasil.
Con información de Aristegui.