La noche del 13 de septiembre, los habitantes de Gibara, en el municipio Holguín de Cuba, protagonizaron una manifestación en rechazo a las prolongadas fallas eléctricas que han deteriorado su calidad de vida.
Armados con cacerolas y gritando consignas, reclamaron al gobierno de Miguel Díaz-Canel soluciones inmediatas a los constantes apagones y a otras deficiencias en los servicios públicos.
En grabaciones difundidas en redes sociales se escuchó a los asistentes corear «El pueblo unido jamás será vencido», reflejando el nivel de indignación en la comunidad.
De acuerdo con reportes compartidos en distintas plataformas, el malestar no solo se limita a la falta de electricidad, sino también a la escasez de alimentos y de agua.
«Hay hambre, no hay casi corriente ni agua, eso es una tortura en vida», denunció el portal Cuba Global.
En videos publicados por Cubanos del Mundo en Instagram se apreció el momento en que ciudadanos se enfrentaron a funcionarios policiales que intentaban contener la protesta, reflejando el creciente descontento social en la isla.